Por René Sánchez 

De manera inesperada Andy Ruiz, el boxeador de origen mexicano, rompió su relación profesional con su manager Manny Robles, el mismo que le ayudó a alcanzar la fama aquel 1 de junio del año pasado tras vencer a Anthony Joshua y conquistar los  títulos de peso completo de la Organización Mundial de Boxeo, de la Asociación Mundial y de la Federación Internacional  el año pasado y que meses más tarde perdería en la revancha con el púgil británico.

Aparentemente tras el segundo combate, el de diciembre, el entrenador y su pupilo tuvieron discusiones y diferencias que tensaron su relación, por lo que fue Andy quien decidió finalmente buscar nuevos horizontes, siendo incluso el padre del peleador el encargado de informarle al manager jalisciense que ya no trabajarían con él, algo que dicen los más cercanos a ambos que ya se veía venir pues aseguran que el nacido en Valle del Imperial en California ha perdido el piso, dedicándose más a ver en qué gasta el buen dinero que ganó con ambos combates del 2019.

Todavía sin un nuevo combate definido para continuar su carrera Andy Ruíz y su padre están buscando ya la mejor opción para sustituir a Robles, de quien se dice también que no tuvo el carácter ni la experiencia suficiente para controlar los desatinos de su pupilo, tanto arriba del ring como en los asuntos extradeportivos, que tanto le afectaron en su preparación para la primera y  única defensa de su corona.

Se sabe además que Manny nunca quiso una revancha inmediata, ya que la mejor opción para Andy según el manager, era enfrentar a otros rivales que le ayudaran a adquirir un mayor roce y confianza antes de arriesgar su cetro tan pronto.

Opciones para Ruiz podrían ser Freddy Roach o Teddy Atlas, dos viejos lobos de mar que de aceptar dirigirlo seguramente no le permitirán tantas libertades ni rebeldías de cara a sus próximos combates, recordando que Roach lo tuvo bajo sus ordenes cuando Andy era más joven e iniciaba sus andanzas como profesional. 

Potencial tiene el llamado “Destroyer”, pero si no cambia sus actitudes y se comporta seriamente difícilmente recuperará todo lo que le llegó tan inesperadamente como la corona, la fama y el dinero.