Por Karina Elián Salinas

Nada que se describa como arte puede limitarse geográficamente, pues es gracias al cruce de fronteras que el potencial del artista crece y llega de una manera más libre a su público. 

Es por ello que en esta ocasión la estela de las notas entrelazadas con el arte llegan hasta España, en concreto con el artista Manolo Cuervo.

Para entender mejor su trabajo, debemos retroceder a lo que era Sevilla en los años 80, pues es cuando el Festival de Jazz de esta ciudad nacía. Lamentablemente este evento tan sólo duraría 12 años, por falta de apoyo de algunas organizaciones.

Dentro de esta celebración el artista fue invitado a diseñar el cartel principal del festival, quedando al frente de estos anuncios durante todo el tiempo que duró.

Enganchado con este tipo de propuestas gráficas, siguió colaborando para más eventos jazzísticos, entre ellos el festival de la Universidad y el de San Fernando. 

El mismo Manolo, mencionó que si antes era aficionado a las notas jazzeras, desde el momento en que participó con sus carteles, se volvió adicto a esta música.

Hecho que era totalmente entendible, sobre todo al tener la oportunidad de conocer a músicos como Miles Davis y Dizzy Gillespie, en dichos eventos.

Incluso a Ornette Coleman le encantó el cartel diseñado por Cuervo, pero el pintor decidió no conocerlo personalmente pues no sabía inglés, mencionando que le daba pena hablar directamente con él. 

En el 2007, el pintor expuso un ciclo denominado “Luna de Verano”, en donde inauguró una colección llamada “Jazz 2”, compuesta alrededor de 60 obras, entre ellas óleos y carteles, enfocados precisamente a la sincopa, en el antiguo Convento de Santa Clara. 

A pesar de que sus principales obras han sido carteles, como el de la obra teatral “A Solas Con Marilyn”, Manolo Cuervo se considera pintor antes que cartelista. 

El paso por el jazz de este artista, ha dejado maravillados a diferentes expertos en la materia, sin olvidar que los mismos músicos quedaron encantados con las ilustraciones de Manolo, quien mezcla sus raíces españolas con el sentimiento del jazz en cada exposición.