Para comprender mejor el mundo deportivo, nada como navegar a través de su historia. Por supuesto eso nos lleva hasta el mundo prehispánico donde el juego de pelota era la mayor representación del inicio de las prácticas deportivas que hoy disfrutamos. Es por eso que tanto la región sur de nuestro país como parte de Centroamérica, se han dado a la tarea de recrear aquellos juegos, trayéndolos a época actual y favoreciendo la creación de la COPA MUNDIAL DE DEPORTES ANCESTRALES.

Lo que llevó a la contienda entre México y Belice por dicha Copa Mundial de Pelota Maya, disputada este año en la Ciudad Mexicana de Mérida. 

Esta partida se arranca cuando los jugadores se abalanzan sobre el piso para golpear, con su cadera, la pelota de 2,7 kilogramos. No está permitido usar las manos, los pies o alguna otra parte del cuerpo.

México buscaba vencer a Belice, que sin embargo logró imponerse y obtener su tercera corona consecutiva.

Belice logró cruzar el esférico en seis oportunidades para coronarse 35-11 sobre los mexicanos, según el puntaje. Y si un jugador logra hacer entrar la pelota en un aro colocado a unos tres metros de altura, su equipo se declara victorioso y termina la partida.

FOTO: DIARIO DE QUERÉTARO

SOBRE SU HISTORIA

En la cultura maya se le conoce como Pok Ta Pok, se practicaba desde el 1400 a. C. y se cree estuvo relacionado con sacrificios humanos. En este torneo no se juega la vida, pero sí el honor de representar a los ancestros, dice France Novelo, capitán de Belice, originario de la aldea Yoopik.

“Me siento muy privilegiado de rescatar este juego que en Belice se estaba perdiendo”, mencionó Novelo.

Cabe destacar que México y Guatemala hay sitios arqueológicos que aún resguardan las estructuras de los campos de juego.

Con la llegada de los españoles, el juego de pelota, que también practicaron los aztecas en el centro del país, fue prohibido.

Se creía que la pelota tenía dentro el demonio, que por eso rebotaba”, cuenta José Manrique, presidente de la Asociación de Juegos y Deportes Autóctonos de Yucatán.

En 2015 se organizó el primer campeonato internacional en la ciudad maya de Chichén Itzá. El torneo bianual se ha disputado después en Guatemala en 2017 y El Salvador en 2019.

LA EDICIÓN DEL 2021 ENTRE NUEVAS TÉCNICAS Y ESTRATEGIAS

FOTO: EMISORAS UNIDAS

En la edición de 2021 no asistieron El Salvador y Honduras porque el gobierno mexicano no autorizó sus permisos migratorios.

Con los años, los promotores han desarrollado técnicas y estrategias hasta convertirlas en un reglamento homologado para los seis países que integran la Asamblea de Deportes Ancestrales de Centroamérica y el Caribe.

Una de las principales dificultades al inicio fue encontrar quien hiciera las pelotas. Tras varios intentos, se consiguió elaborarlas a base de la savia del árbol de castilla elástica, comúnmente conocido como caucho o hule.

Para protegerse, los jugadores utilizan indumentarias tradicionales resistentes, como calzoncillos de piel de vaca y una faja de tela en la cintura. A la altura de los glúteos portan otro cinturón de piel, además de protectores de rodillas y tobillos.

Andrés Chico, entrenador del equipo mexicano de la pequeña comisaría de San Pedro Chimay, en el estado de Yucatán, cuenta que comenzó a practicar juego de pelota en su comunidad desde hace ocho años.

Por su parte Francisca Elías, la narradora del juego, quien también es educadora, cuenta que ya está entrenando equipos de niñas y niños.

Otro de los puntos en la agenda de esta práctica ancestral en que en  la Copa de 2023 se espera integrar a la rama femenina.