Cinco años tuvo que esperar Andre de Grasse para poder proclamarse como campeón de los 200 metros planos. Un lustro tuvo que pasar para dejar en el olvido la derrota del canadiense en la final de dicha prueba en la edición de Río 2016 ante el legendario Usain Bolt. Y el día finalmente llegó para el velocista de la Hoja de Maple y esta vez De Grasse no dejó escapar el triunfo ni la medalla de oro
Con un tiempo de 19.62 el nacido en Toronto superó a tres rivales estadounidenses de mucho cuidado como Kenneth Bednarek (19.68), Noah Lyles (19.74) y Erriyon Knighton de 17 años (19.93,) y en toda su carrera ya suma cinco preseas olímpicas: tres en Río de Janeiro, la plata en 200 metros, el bronce en los 100 metros planos así como bronce en relevos 4X100, mientras que en Japón lleva dos metales hasta ahora, el bronce en los 100 metros y el oro recién logrado en los 200, faltandole todavía las pruebas de relevos para quizá seguir acumulando éxitos.
De Grasse impuso nuevo récord canadiense pero tendrá que seguir trabajando y esperando para alcanzar lo hecho por el “Rayo” jamaicano.