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Una de los deportes y de las pruebas más exigentes del calendario olímpico es el Triatlón y en Tokio 2020 esta espectacular competencia cumplió cabalmente con las expectativas en su rama varonil, en la que el noruego Kristian Blumenfelt se adjudicó la medalla de oro con un cierre extraordinario y haciendo tal esfuerzo que tras rebasar la meta comenzó a vomitar, por lo que tuvo que ser llevado en una silla de ruedas al servicio médico.
El tiempo en el que el nuevo campeón olímpico culminó las etapas de nado, ciclismo y carrera fue de 1:45:04 y en segundo lugar (plata) entró el británico de sólo 23 años, Alex Yee, registrando 1:45:15 mientras que en tercer sitio (bronce) apareció Hayden Wilde de Nueva Zelanda deteniendo el cronómetro en 1:45:24 y todos ellos así como la mayoría de los que iban terminando el recorrido prácticamente desplomándose agotados y deshidratados por el fuerte calor y una humedad del 75% en el Parque Marino de Odaiba.
Los mexicanos Crisanto Grajales e Irving Pérez terminaron lejos del podio, como 31° y 45°, pero realizando un digno esfuerzo, remontando varias posiciones en la especialidad de carrera después de haberse retrasado tanto en el mar como sobre ruedas ya que tras la segunda transición iban colocados en el lugar 40 y en el último respectivamente.