La española de 32 años, Carla Suárez, jugó hoy por última vez en el Torneo de Wimbledon, pero lamentablemente para la veterana española le tocó bailar con la más fea ya que enfrentó a la número uno del mundo, a la australiana Ashleigh Barty, que la eliminó sin piedad en tres sets por 6-1, 6-7 y 6-1.
El emotivo encuentro, con público en las gradas incluyendo a la mamá de la tenista de las Islas Canarias que grabó todo lo que su hija vivió en este partido, su molestia por perder el partido pero también su alegría y orgullo por volver a jugar en el césped inglés después de superar al cáncer.
En los planes de su última temporada en el circuito profesional Carla Suárez tiene apuntados los torneos de los Juegos Olímpicos de Tokio, el Abierto de los Estados Unidos, el último Grand Slam del año y de su carrera y quizá la Copa Billie Jean King (antes Copa Federación), en los que seguirá dando ejemplo, gane o pierda, de su pundonor, de su carácter y personalidad y sobre todo de sus deseos de disfrutar el tenis y la vida, exprimiéndole hasta la última gota.