Por René Sánchez
El primer torneo grande del calendario tenístico llegará pronto.
El Abierto de Australia se disputará del 20 de enero al 2 de febrero. Todos los participantes, los mejores del mundo, llegarán frescos con apenas un par de semanas de haber arrancado actividades, con nuevas ilusiones, con renovados bríos, con la lista de objetivos recién elaborada, lo que hace sumamente interesante esta primera parada en Melbourne.
La diferencia en esta edición es que en el MAIN DRAW estarán los 98 primeros del Ranking ATP, ya no 102 como en otros años porque hay algunos jugadores como el argentino Juan Martín del Potro, que tienen garantizada su participación por su ranking protegido, situación que también aprovecharán el estadounidense MacKenzie McDonald, el canadiense Vasek Pospisil, Cedrik-Marcel Stebe de Alemania, Lu Yen Hsu de Taiwán y el ucraniano Alexandr Dolgopolov.
Por supuesto habrá también una larga lista de alternantes o suplentes por cualquier cambio obligado por lesión u otro tipo de problemas.
El actual Monarca del Australian Open es Novak Djokovic, tras vencer en la final del 2019 a Rafael Nadal y el mismo jugador serbio es quien tiene la cifra más alta de títulos en la historia del certamen con 7, seguido del legendario ídolo local de los 60s Roy Emerson, que acumuló 6 cetros y luego está el veterano suizo Roger Federer con 5.
En la rama femenil la campeona vigente es Naomi Osaka de Japón y la australiana Margaret Smith tiene el récord de más coronas con 11. Después viene la norteamericana Serena Williams con 7 títulos y Nancy Wynne otra tenista de casa que brilló en los años 30s y 50s con 6.
La superficie del Melbourne Olympic Park y de sus canchas alternas es dura y el clima esperado altamente caluroso porque en dicha zona del mundo se atraviesa estos días el llamado Verano Austral.