Además del deporte, una de las formas de recordar a los más importantes estadios de cada rincón del planeta, es a través de las presentaciones musicales de leyendas de diversos géneros.

Una de esos shows fue el de los legendarios “Rolling Stones”, efectuado en el Monumental River Plate en 1998. ¿Lo recuerdan?

En 1995 después de su demorado debut en Argentina de la mano de “Voodoo Lounge”, con cinco fechas en febrero de ese año, los Rolling Stones regresaron en 1998 con su siguiente álbum de estudio. Una vez más, Jagger, Richards, Wood y Watts se instalaron en Núñez para brindar lo que en un principio iban a ser dos shows el 29 y el 30 de marzo, y la segunda fecha fue transmitida en vivo por la televisión local. 

Luego de una tercera fecha el 2 de abril, se sumaron dos más a modo de despedida el 4 y el 5 de ese mes, y con un pequeño valor agregado: Bob Dylan como telonero primero y como invitado después para la versión de “Like a Rolling Stone” de Sus Majestades Satánicas.

SURGE EL ALBUM “BRIDGES TO BUENOS AIRES”

En el 2019, los Rolling Stones publicaron el DVD de esta presentación titulándolo “Bridges to Buenos Aires”, incluyendo el registro restaurado, remezclado y remasterizado de la presentación porteña de Bridges to Babylon, que se extendió durante cinco noches entre marzo y abril de ese año. 

LA HISTORIA DE LOS STONES POR EL RIVER PLATE

Esta historia comienza mucho antes, más precisamente en noviembre de 1992. Para esa fecha los rockeros no se encontraban muy activos y Keith Richards aprovechó para lanzar material como solista, lo que eventualmente lo trajo a presentarse en el estadio Velez Sarsfield en el extinto “Coca-Cola Rock Festival”, donde también tocó Joe Cocker. 

La actitud del público presente ese día fue la que comenzó a abrir la puerta para lo que estaba por venir tres años más tarde.

Finalmente, lo que se creía imposible llegó en el 95, cuando anunciaron que visitarían Latinoamérica con la gira promocional de su disco “Voodoo Lounge”. 

De esta manera el grupo aterrizó su vuelo proveniente desde Brasil ante la euforia de miles y miles de fanáticos que los recibieron con gritos, carteles y devoción. Los británicos y otras casi 200 personas que los acompañaban (entre los que habían familiares y miembros de su equipo) se alojaron durante toda su estadía en unas ochenta habitaciones del Hotel Park Hyatt y su mansión anexa, la Alzaga Unzué.

Y de nueva cuenta tres años después llegarían al mismo sitio donde surgiría el DVD que inmortalizaría para siempre esa presentación, sin dejar de lado sus pasos por tierras argentinas desde inicio de los noventas.