Un caso positivo de un trabajador del Hotel Grand Hyatt de Melbourne, donde se alojan la mayoría de los jugadores y jugadoras además de jueces y personal del comité organizador ha generado un caos en la sede de varios torneos con los que arrancó la temporada 2021 de la ATP y de la WTA ya que 600 personas han sido aisladas y confinadas hasta que se realicen nuevas pruebas de detección.
El gran problema y temor de todos es que si el Gobierno del Estado de Victoria, que no había registrado ningún caso positivo de habitantes locales en 28 días, decreta una nueva cuarentena, ésta afectaría incluso al Abierto de Australia que podría postergarse o incluso cancelarse definitivamente.
Por lo pronto, la ATP Cup que llevaba 2 días de actividad, se suspendió indefinidamente hasta que todos sean sometidos a nuevas pruebas y lo mismo pasará con los otros torneos femeninos, el Yarra Valley Classic y el Gippsland Trophy, que ya habían llegado a su fase de cuartos de final, además de los que también estaban por arrancar.
Pese a todo, Daniel Andrews, Primer Ministro de Victoria, pidió a todos los afectados no alarmarse ni entrar en pánico asegurando que en su Gobierno saben lo que tienen que hacer y que el brote quedará controlado de una u otra manera.
