La cinematografía ha dejado una gran oferta de películas que enmarcan al mundo deportivo como su protagonista, en esta ocasión hablaremos de un clásico, contando con gran reconocimiento a través de los años.

La cinta “Toro Salvaje”, lanzada en 1980, es justamente una de las películas que detallan más allá del mundo físico al deporte, pues la trama atraviesa hasta los huesos la escalada que su personaje principal experimenta dentro del complejo mundo del boxeo.

Su director Martin Scorsese solía decir que odiaba los deportes, en especial el boxeo, pero eso no impidió que pudiera hacer una de las mejores películas de la historia del cine con la ayuda por supuesto de su estrella el actor Robert De Niro. 

¿Quién no recuerda esas icónicas escenas entre golpes y pasión que se reflejan en la pantalla de plasma?

Esta obra no es solo sobre el deporte, es sobre la obsesión por la violencia y el dolor, sobre crueldad y la masculinidad tóxica, y como eso puede terminar concomiendo y destruyendo todo a su alrededor. 

A 40 AÑOS DE SU ESTRENO

El mes pasado se cumplieron los cuarenta años de que la cinta fuese estrenada, así que ya son cuatro décadas en que la estela de De Niro ha dejado huella desde esta historia sobre el ring.

La película es tan efectiva y se siente tan real que le ganó su primer y único Oscar como Mejor Actor a Robert De Niro, pues recordemos que tiene otro como Mejor Actor de Reparto.

Este filme nos narra el ascenso, caída y redención del famoso boxeador Jake LaMotta, interpretado por un Robert De Niro que se unía por cuarta vez al realizador neoyorquino.

La cinta, que se presentó el 13 de noviembre de 1980 en el Ziegfeld Theatre de Nueva York, basada en “Raging bull: mi historia”, la autobiografía de LaMotta, destaca por su arriesgado blanco y negro, que Martin Scorsese vio fundamental para diferenciarse de “Rocky” (Sylvester Stallone, 1976), ganadora del Óscar a la mejor película tan solo tres años antes.

El filme contaba además con el guion de Paul Schrader, que ya había trabajado con Scorsese en “Taxi Driver” (1976), pero que aquí tuvo que ver cómo su libreto era prácticamente reescrito, conservándose, eso sí, su esencia gracias a esos personajes alienados de masculinidad y sexualidad problemáticas.

Con escenas inspiradas hasta en la obra de Hitchcock, Scorsese nos brindó una de las mejores tramas alrededor de uno de los deportes que más disfrutan las masas, esa adrenalina que el boxeo desprende en cada movimiento.

Si tienen oportunidad vean este clásico o revívanlo sí ya lo conocen.