“Tanto va el cántaro al agua hasta que se rompe”, así reza un conocido refrán y así sucedió en el enredado caso de la Cooperativa Cruz Azul, de la marca de cementos del mismo nombre y del popular Club de Futbol de la Noria, propiedad supuestamente de todos los socios de dicha cooperativa, pero que sirvió a tan sólo unos cuantos para llenarse los bolsillos con millones de dólares que nunca fueron suyos.
Fueron años y años de saqueo. Temporada tras temporada de negocios turbios y de contrataciones innecesarias. De precios inflados, de comisiones y compensaciones fuera de la realidad, negociaciones ventajosas y pobres resultados. Pero todo parece haber llegado a su fin. La situación tocó fondo y las instancias así como las componendas parecen haberse terminado. Y por ello se ha girado orden de aprenhensión contra el Lic.Guillermo Alvarez Cuevas, contra Víctor Garcés Rojo, Miguel Borrell y Mario Sánchez Alvarez. El primero, el Presidente de todo la insitutución, por los delitos de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita, y los demás por además haber ayudado a ocultar recursos, por participar y beneficiarse de los ilícitos y por esconder pruebas de todo lo anterior. 
El único que se salvará aparentemente es Alfredo Alvarez Cuevas, el hermano de Billy, quien llegó a un acuerdo para revelar el entramado a cambio de su total inmunidad.
La historia todavía tendrá mucho futuro así como muchas páginas y documentos por escribir y revelar, pero lo único cierto es que el reinado de Billy parece ahora sí, haber llegado a su fin, aunque quizá no sea un final feliz para nadie, incluyendo al equipo, que alguna consecuencia tendrá seguramente que pagar por la codicia y la ambición de sus dirigentes.