El Sevilla hizo valer su efectividad en La Romareda, donde eliminó en los dieciseisavos de final de la Copa del Rey a un Real Zaragoza que plantó cara, especialmente en la segunda parte, y al que le faltó el acierto de su rival (0-2).
A pesar de los problemas de las bajas que lleva arrastrando, el conjunto de Julen Lopetegui volvió a demostrar que se encuentra en un buen momento de forma juegue quien juegue y firmó un triunfo sin alardes ante una mezcla de titulares y suplentes del equipo aragonés que quisieron pero no pudieron cambiar el pronóstico.