Con un penal polémico y gol de última hora las Chivas rompieron su mala racha y gritaron con furia una victoria que les urgía 2-1 sobre el Necaxa.
Con el morbo de conocer el futuro de Víctor Manuel Vucetich y su cuerpo técnico en caso de no lograr el triunfo y ante un rival que llegaba con tres victorias seguidas, el duelo entre el Rebaño Sagrado y los Rayos transcurrió tenso pero movido, con emociones pero poca calidad hasta que Isaac Brizuela desniveló la balanza con un tiro cruzado y el 1-0 al minuto 43, pero esta anotación no debió contar porque fue precedida de una mano del “Pollo” Briseño que nadie vio, ni el VAR.
Hasta ese momento todo era positivo para los tapatios, incluso la actuación de Raúl Gudiño que hizo una doble atajada grandiosa pero el mismo guardameta rojiblanco falló después en el empate de Luis Arcadio García, el 1-1 al min.53 y que parecía definitivo porque también Alejandro Zendejas dejó escapar una pena máxima ante su exequipo.
Ya comenzaba a escucharse de nuevo el “Fuera Vuce” en el Estadio Akron cuando pasado el minuto 90, de la nada y como un verdadero milagro, Agustin Oliveros se olvidó de marcar a Luis Olivas y le dio un claro jalón y un regalo de oro puro al Guadalajara pese a las fuertes protestas del equipo y de la banca de los de Aguascalientes.
Ocho minutos después por el retraso que generaron los reclamos visitantes, al min.103 Angel Zaldívar fue el encargado del cobro y el zurdo de las Chivas no falló y le dio los tres puntos a su equipo que dejó atrás cuatro partidos seguidos sin ganar para llegar a las nueve unidades, las mismas con las que se quedó el Necaxa.