Algo que le faltaba a Dani Alves era el oro olímpico porque casi todo lo demás lo había ganado ya el veterano futbolista brasileño en una carrera impresionante y exitosa.
El nacido en Juazeiro suma ya 43 títulos a lo largo de su brillante trayectoria en la que ha sido campeón en seis clubes de cuatro países diferentes y en tres categorías distintas de la Selección de Brasil. 
Con el Barcelona levantó 23 diferentes trofeos pero también fue monarca con el Sevilla (5), con la Juventus de Turín (2), con el París Saint Germain (5), en Sao Paulo (1) y en Bahía (1) así como Campeón del Mundo y de la Copa América con la absoluta verdeamarelha (4), con la que también ganó títulos a nivel Sub-20 y ahora como refuerzo mayor de la olímpica.  
A sus 38 años el carismático lateral derecho jugó todos los minutos de todos los partidos del certámen en tierras japonesas y fue pieza vital para la conquista de la máxima presea además de un auténtico líder dentro y fuera de la cancha. 
Dani irradia buena vibra, es alegre pero serio para jugar y contagia a cualquiera con sus ganas de jugar y de trascender y buscará seguir siendo el mejor en lo que hace ahora en Sao Paulo, club del que forma parte y que es un real aspirante a obtener la Copa Conmebol, un título y trofeo que falta en su maravillosa colección.