Por René Sánchez

Más de 35 mil aficionados americanistas acudieron al entrenamiento a puertas abiertas que este lunes realizaron las águilas en el Estadio Azteca. 

Fue toda una fiesta azulcrema a tres días del primer partido de la gran final del Apertura 2019. Una gran oportunidad para que los seguidores del equipo de Coapa le manifestaran su cariño y su apoyo a Miguel Herrera y jugadores rumbo a la conquista de su título de liga número 16. 

Las puertas del Coloso de Santa Ursula se abrieron desde las 9 horas y comenzaron a llegar aficionados de todas partes de la capital, de provincia e incluso varios que viven en los Estados Unidos y que visitando a sus familiares por las fiestas navideñas y de fin de año, aprovecharon para buscar algún boleto disponible para el 29 de diciembre, día de la cita definitiva ante los Rayados del Monterrey. 

Sin embargo muy pocos tuvieron la suerte de hallar entradas, sobre todo a buen precio, porque sí hubo mucha reventa en las explanadas exteriores del recinto y las más caras rozaban los 50 mil pesos. 

Mientras tanto en la cancha, algo maltratada por cierto, el equipo americanista que salió del vestidor poco antes de las 11 de la mañana, hizo calentamiento y un trabajo con pelota, pero “El Piojo” no reveló nada sobre su estrategia para enfrentar a los norteños que por cierto ya pudieron trabajar completos tras el arribo a la sultana de los jugadores que se quedaron en Qatar para conquistar el tercer lugar del Mundial de Clubes.

Todavía quedó la duda de cómo llegarán algunos de los jugadores con molestias físicas como Renato o Giovani principalmente, algo que seguramente revelará mañana el estratega cuando dé su once inicial tal y como es su costumbre. 

Porras, gritos, cánticos, banderas, pancartas, mantas, humo de colores amarillo y azul inundaron el escenario mezclándose con la pasión y la esperanza de todos los presentes de sentirse otra vez campeones dentro de unos días. 

Una agradable sorpresa fue la presencia de Edson Alvarez, jugador del Ajax que está de vacaciones y quien acudió al Azteca para saludar y motivar a sus excompañeros. El volante del líder de la Eridivisie gozó también del cariño y reconocimiento de la gente en las tribunas repletas de playeras amarillas. 

A la salida y mientras en un gran detalle integrantes de las porras limpiaban las tribunas y recogían la basura que ellos mismos habían tirado, otros buscaban ver aún mas cerca y saludar a los jugadores que subían al autobús tras la práctica, pero muy pocos se detuvieron para firmar autógrafos y tomarse fotos con su gente en algo que falló por parte de la organización del evento.