Caleb Ewans fue el primero en llegar a Poitiers y ganar con ello la etapa 11 de la Tour de Francia después de 168 kilómetros de recorrido saliendo desde Chatelaillon-Plage. Fue la segunda victoria del australiano en la Gran Bucle y mantiene la esperanza de lograr algo importante.
El gran afectado en la jornada de hoy fue Ion Izaguirre quien lamentablemente debió dejar la competencia después de una fuerte caída a 30 kilómetros de la llegada.
Eso y el intento de fuga en solitario del veterano francés Matthiew Ladagnous, quien fue sin embargo alcanzado y neutralizado por el grupo a 40 kilómetros de la meta, fueron los detalles más interesantes de una jornada poco atractiva, con escasa emoción y nada de polémica.
Lo mejor para contar fueron realmente los últimos 10 kilómetros dónde los sprinters comenzaron su trabajo con el apoyo de sus coequiperos, estraregia pura con los Lotto para Caleb Ewan, los de Viviani para Cofidis, los de Bora para Peter Sagan o los del Deceunick para Julian Alaphilippe y Sam Bennett.
La recta final fue, como siempre, al máximo en velocidad y riesgo, tanto que Sagan por poco cae al pasar por una rendija para cerrar en segundo sitio detrás de Caleb Ewan y dejando atrás por medio giro de rueda al irlandés Bennett y al belga Van Aert, en una etapa en la que ahora no asomó el monarca y gran favorito Egan Bernal, quien sin embargo sigue segundo de la clasificación general detrás del esloveno Primoz Roglic quien ya le está tomando cariño al maillot amarillo de líder.
Desde mañana regresará la lucha en la montaña y seguramente también volverán las grandes emociones.